Otra vez solo

Como indica el título del post ayer, otra vez, salí solo... y ya les estoy cogiendo el gustillo. Tiene sus ventajas (vas a tu ritmo, vas por dónde quieres, haces lo que te apetece) pero tiene sus desventajas (no tienes compañía, tienes que estar obligandote a hacer cosas, quizá te fuerzas menos). Yo, una vez sopesado, prefiero salir en compañía. No hay color.

Bueno a lo que vamos. Diferentes factores hicieron que, como ya he dicho, saliera sólo. Tenía bastante claro la primera parte de la ruta. Subida hasta Can Bori, camí de la Roca Selena y en la primera explanada, bajada hacia el cementerio de Sant Climent para allí subir hacia Begues por el camino de la Ermita del Roser. La primera parte, desde el cementerio hasta la ermita, como diríamos en el argot ciclista, "tiene un polvo". Es una subida de aprox. 1 km, realmente duro, no sé qué porcentaje habrá (aún no tengo el GPS), pero es alto, muy alto.
A partir de la ermita la cosa suaviza pero aún quedan rampas duras, falta la Todopoderosa, por ejemplo. Una vez en la Roca del Barret, subida por la Roja, que cada vez es más parecida a una autopista. Una vez en la pista, que por cierto, han asfaltado más, bajamos un poco , hasta encontrar la trialera que nos lleva hasta Begues.

La Roca del Barret

En vez de llegar a Begues, me desvío a la derecha para ir hacia la subida que me llevará a la Penya del Moro. Subida entretenida, bastante tendida los primeros tramos y algo más dura los últimos.

En ese momento estaba pensando si ir hacia Ardenya para bajar desde allí a Begues, cuándo empieza a chispear un poco, por lo que ya no me lo pienso y bajo por dónde he subido, bueno casi, hay una pequeña trialerita de unos 50 mts que, gustoso, cambio por el camino.

Una vez en Begues, ya ha parado de llover. Me voy para la Clota, dando algún rodeo. De allí, bajada por el Purgatorio hacia la Sentiu. Bonita bajada que te hace subir la adrenalina por la velocidad que llegas a coger.

En la bajada del Purgatori

Me encuentro con Cristóbal y por fin, su grupo,  que se acaba de caer, sin consecuencias graves más que unos arañazos y juntos llegamos a Gavá, ellos para su casa y yo para la mía.