jueves, 12 de septiembre de 2013

Calados hasta los huesos

Así quedamos ayer Joan y un servidor. Después de bastante tiempo sin salir juntos queríamos aprovechar que ayer era festivo y salir.

Ya de madrugada nos avisó el cielo con una buena tormenta pero, aunque muy nublado, el día se despertó seco. Seco hasta que faltaban 5 minutos para las 8, que era la hora en la que habíamos quedado. De todas formas ninguno de los dos faltó a la cita y allí estabamos dispuestos a enfrentarnos a la lluvia y a la montaña.

Salimos dirección Sant Climent y Can Bori. Allí paramos para decidir que hacíamos. Decidimos subir hasta el desvío a Can Amat, bajamos hasta el desvío del sendero que sale a la derecha y allí empalmar de nuevo con la pista para bajar dirección Can Amat, aunque no por pista, sino también por el sendero a la derecha.

De allí la pista que sube a la puerta verde, pero claro, nada de pista, por el sendero de la izquierda.

Una vez en la puerta verde, ahora sí por pista, fuimos hasta el Depósito. Llovía, prácticamente, desde que salimos pero aquí lo hacía con bastante más fuerza. La montaña estaba preciosa, el suelo embarrado, vamos gozando como cerdos en barro (nunca mejor dicho).

Desde el depósito bajada, con cuidadito que el suelo estaba muy resbaladizo, hacia la urba, pero desviándonos para coger la pista que llega hasta el merendero de Can Llong para volver a subir hacia la puerta verde. Aquí hay unas buenas rampas que con lluvia todavía estaban más complicadas por el barro y por las piedras resbaladizas.

Ya en la carretera, con la lluvia arreciando ya bastante y bastante empapados, decidimos acortar la ruta. Bajada hacia Can Feral y a lavar la bici, que falta le hacía.

Con bastante frío en los huesos y con muuuucho barro en el cuerpo acabamos un ruta muy bonita y divertida.

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